lunes, 19 de mayo de 2008

DE POLÍTICA Y TOGAS

Del mismo modo que las burbujas que afloran a la superficie delatan el rumbo del pez sumergido, los movimientos y declaraciones que sus más allegados venían realizando a lo largo de estas últimas semanas permitían augurar cuál era el camino subterráneo que el procónsul había emprendido, muy alejado del mantenido hasta ahora. Y hoy este pez ha decidido subir a la superficie y confirmar el rumbo presagiado, y ha afirmado con campechanía que en la vida hay que cambiar de vez en cuando, y que lo contrario no es normal. Y al hablar de este modo, el procónsul parecía sugerir que las posiciones que cada uno mantiene, no sólo pueden ser mudadas como si se tratara de togas, sino que, como ocurre con éstas, es recomendable hacerlo periódicamente para no impregnarlas de sudor con los esfuerzos. Y con esto el procónsul parece querer emular al Emperador, que tampoco encuentra que las convicciones sean más importantes que las togas, y cuyos súbditos aceptan con total naturalidad las mudanzas de su vestuario. Y hay que recordar que el procónsul no había conseguido ganar en los pasados comicios, pero sus seguidores habían encajado bien la derrota y habían manifestado su clara voluntad de segur luchando, pero parece que el procónsul, en su bondad, ha querido ahorrarles a ellos y a sí mismo tantos esfuerzos que ahora le parecen estériles. Y, de este modo, parece que el procónsul sigue afanosamente los pasos emprendidos por el Emperador, quizás con la voluntad de que a él también le sea reconocida algún día reconocida su divinidad. Pero hay muchos seguidores del procónsul, que encuentran muy singular esto de que las convicciones se ajusten a la moda, y que prefieren andar con las mismas convicciones, aunque estén sudadas por el esfuerzo, antes de cambiarlas por otras que no se ajustan nada bien a sus osamentas.
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p.s. Saludos a Domina Cupa, y espero que se recupere pronto de su estado febril.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás el procónsul se inspira en Julio César, quien según decían las crónicas de la época era un seguidor y aún más un inspirador de las modas. En Britania utilizan el término "fashion victim" para describir estos comportamientos, tan denostados por los defensores de la austeridad de la República.
En fin, el procónsul aún espera a su particular Alesia para mostrar al orbe su valía.

Anónimo dijo...

¿Alechia? ¡No se nada de Alechia! ¡Nadie sabe dónde está Alechia!

- dijo...

Mientras, los nuevos mandos del procónsul contemplan sus movimientos. Y así llevan dos meses, ensimismados.

Callo Tácito dijo...

Dices bien, Olimpiodoro, que Rajoy parece decidido a convertirse en un nuevo árbitro de la elegancia por su manejo de las togas. En realidad, creo que, políticamente hablando, ya ha asumido el destino del propio Petronio.

Callo Tácito dijo...

Estimada Ostra, no se cuáles de estos nuevos mandos se limitan a contemplar los movimientos del procónsul y cuáles los dirigen. En ocasiones, parece haberse convertido en un títere de los mandos periféricos.

c.hoyos dijo...

DOMINA CUPA dixit:

Salve Callo:

Gracias por preocuparte por mi salud. Tras unos dias postrada me reincorporo deseosa de saber las nuevas "nuevas". Este asunto de las togas de que habláis, me tiene preocupada. Porque al pasar cerca de las catacumbas he visto a dos romanos pelearse. Discutían sobre si la toga o el Palium, debía pasarse en su recorrido final por la derecha o, si como dictan las modas ahora en Roma, la Toga debe terminar en la izquierda. Un romano de pelo encaracolado que se siente muy unido al procónsul, ha dicho que existe gran facilidad para deslizar la toga hacia la derecha o hacia la izquierda, que todo es cuestión de sentirse cómodo. Los dos romanos han intentado entonces colocar la caida de la toga hacia el centro, cosa imposible porque para eso es necesario cubrirse el rostro. Con lo que han llegado a la conclusión de que si se lleva una toga centrada uno no sabe por donde camina con el consiguiente riesgo de romperse el naso con alguna columna. Les he dejado discutiendo sobre la forma de colocarse la toga de forma que no caiga por ningún lado...aunque imáginando el resultado final, tiene que ser algo parecido a una crisálida o cosa similar.

Vale D.C